miércoles, 27 de mayo de 2009

Liberación de la CTS: ¿otra medida populista ante la crisis o una solución palpable?

En medio de una fuerte presión mediática, esta semana el pleno del congreso sometería a un debate un proyecto de ley que plantea liberar el integro de los depósitos de CTS que se realicen entre mayo y noviembre de este año. Este proyecto se encuentra dentro del nobilísimo plan anticrisis, que tienen como objetivo fundamental aminorar las repercusiones de la crisis producto de la caída de las economías extranjeras y dinamizar el consumo interno.

Más allá de ser una propuesta con cierto cálculo político es importante considerar que pasaría si se aprueba la liberación del 100% de la disponibilidad de la CTS, mecanismo que en la práctica debe servir para proteger al trabajador ante un eventual cese de una relación laboral y la consecuente pérdida de ingresos. En este sentido surge una pregunta clave: ¿Una medida laboral puede utilizarse con fines macroeconómicos?

Al parecer tanto el ejecutivo como el congreso no están tomando en cuenta que de adoptarse esta propuesta lo único que conseguirían sería sacrificar la seguridad a largo plazo de los trabajadores por acciones paliativas a corto plazo. Actualmente, el trabajador cuenta con la potestad de hacer el retiro de hasta el 50% de su cuenta CTS, esto ha generado que el fondo que tiene a la fecha no alcance ni siquiera para cubrir el periodo que tardaría en reubicarse en un empleo.

Según cifras de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), la mayoría de los peruanos tiene un depósito que se encuentra entre los más bajos y que su nivel de ahorro por concepto de CTS en el banco es de un promedio de S/.982. Ante esta realidad, la presunción de que la liberación total del fondo va estimular el gasto, es errada pues la mayoría de peruanos siempre tiende a reducir deuda y en el caso de que el trabajador decida realizar consumos, el bajo saldo del fondo no supone un estimulo significativo en la economía actual.

La informalidad laboral juega un papel importante en el tema porque esta medida tan solo abarcaría al 30% de la fuerza laboral peruana que poseen relaciones laborales formales y por lo tanto cuenta con el beneficio en cuestión. ¿Qué se hace con el otro 70%?

En una coyuntura de crisis lo que requieren los trabajadores son respuestas sociales generales y no populistas. En tiempos de desempleo lo lógico es impulsar iniciativas que fortalezcan el fondo de CTS, en vez de salidas transitorias que desvirtúan la naturaleza y fin del beneficio.

Para dar solución a esta problemática, proponemos el regreso a la intangibilidad total de los fondos CTS por lo menos durante el periodo de crisis (aproximadamente 2 años). Esto hará al trabajador menos vulnerable y le permitirá protegerse durante un tiempo mayor. Luego de este plazo se podría regresar de manera gradual al 30 % o al 50% de disponibilidad o simplemente mantenerse intangible en su totalidad.

Por otro lado se debe alentar al ahorro y el pago responsable, esta tarea queda en manos de las distintas entidades del sistema financiero así como también de parte de todos y cada uno de los usuarios.

Cabe destacar que la mayoría de países desarrollados cuentan con un seguro de desempleo que funciona como protección ante la inactividad laboral. Es decir, el Estado le paga al desempleado durante un periodo que puede oscilar entre 6 meses y 2 años, según el caso, un cheque equivalente al 20% o 60% de su sueldo.

En el Perú, debido a la alta informalidad del mercado laboral es casi imposible, sino imposible, aplicar un seguro similar. Entonces tengamos en cuenta que está en juego la seguridad de los trabajadores. No dejemos que la ignorancia y la cultura del consumo por el consumo, nublen las consecuencias de alentar al trabajador a gastar los pocos mecanismos de protección que posee.